jueves

27 de diciembre de 2012

Hoy me he enterado que el 31 de enero inauguraré mi primera exposición en Madrid. Tengo miedo, pero a la vez, una inmensa sensación de felicidad, no hay mejor manera de empezar un nuevo año decisivo, cuando veo que las cosas se ponen turbias, me inyectan una enorme cantidad de fuerza.
Ayer acabé de leer el libro Éramos unos niños de Patti Smith, maravillosa biografia de 2 artistas que vivieron momentos de eclosión en el NY de los 70's, ese mismo NY de Gordon Matta-Clark, ese NY donde todo estaba por hacer y no tenían miedo a nada.
Cuando Tati me recomendó el libro no sabía que se convertiría en una especie de Biblia para mi, quiero que el libro se convierta en mi credo, aprender a desarrollar por el mero hecho de crear, tener fe en lo que hago y conseguir que el miedo se aleje hasta que ya no lo pueda divisar.

Mi propósito de Año Nuevo va a ser eso, que el 2013 se convierta en un punto de inflexión para crear sin parar, desarrollar obra y creer en mi.
No quiero que ni las drogas ni la muerte me encuentren, no necesito que eso ocurra para ser eficiente, Necesito pensar en Patti y Robert en el 69, cuando se encontraron y supieron que iban a hacer algo porque tenían la necesidad de hacer. Quiero creer en ellos para creer en mi.

miércoles

Otra vez


A veces desearía poner en práctica algo de lo que me propongo a diario, ser una de esas chicas que es capaz de tener fuerza de voluntad y dejarse de fumar cuando realmente lo desea, o adelgazar esos kilos que siempre ha sabido que le sobraban. Pero no soy de esas, soy de esas otras que rellena libretas y libretas haciendo calendarios y marcando con rotulador la fecha límite que siempre acabará esperando entre dibujitos y palabras, arrinconado en una estantería de la habitación a pasar a mejor vida.

28 de noviembre de 2012.

Prometo que esto no va a acabar así, encontraré la manera de que todo llegue a buen puerto, que las ideas y los pronósticos se situen en un buen lugar.






jueves

22 de noviembre de 2012.

ESte chico del dibujo es Uba, y es muuuuy especial, ahora vive en Brighton, antes vivió en Palma, y antes de eso, en Elx. Tuvo que irse para INglaterra, porque aquí, en España no encontraba curro. María, que también es muuuuy importante en mi vida, también se tuvo que marchar a buscarse la vida en otros lares, y por el camino que voy, puede que yo también tenga que hacerlo. No tengo miedo, puedo hacerlo, creo que estoy preparada, lo único que ocurre es que no quiero dejar mi vida en MAdrid, aquí soy muy feliz, y no me gusta nada la idea de tener que dejarlo todo por aquí...



miércoles

21 de noviembre de 2012


El otro día rescaté una historia de una de las libretas olvidadas en mi habitación. Corría el año 2006, había vuelto a Madrid de Irlanda para hacer el "máster" de Diseño y Montaje de Exposiciones, estaba "desarrollando" el pabellón de Photoespaña y empezaba a "trabajar" de lo mío.


-¿Qué es el olvido?- Le preguntaba una y otra vez.
-No te lo puedo explicar porque no lo has vivido, no lo entenderías.-
-Pues dime como se hace, lo hago, y luego me lo explicas.-
Entonces le contó como se hacía, y ella obedeció, lo hizo, y él ya nunca tuvo que explicárselo, porque ella le olvidó.

21 de noviembre de 2012

Hace días que no presto atención,
tengo que reinventarme,
han sucedido demasiados hechos de la última vez hasta hoy.
Tengo que buscarme la vida,
y no se por dónde empezar.

Hay un nuevo proyecto que quiero llevar a cabo, en un principio iba a ser un blog, pero por miedo a que eso no se formalizase, he tenido que transformarlo en un librito ilustrado. Sólo adelanto que tiene que ver con lo que ha supuesto para mí, la llegada a Madrid, y en particular al piso. Y cómo aunque las épocas pasen y todo se transforme, alimentarse sigue siendo de los mayores placeres de la existencia humana.























En breve voy a tener que dejar el taller, las cosas se han complicado y me quedo sin trabajo. Pagar 120 euros para mantenerlo si no encuentro nada antes de enero va a ser imposible, lo bueno es que ya he entrado en la dinámica, y dará igual el lugar, o al menos eso espero.



























No he avanzado, sigo con los mismos miedos, pero al menos no me he quedado paralizada, estoy desenvolviéndome, pero sin hacer nada coherente ni con un discurso.
Hay conceptos que reflejo en libretas pero no consigo desarrollar en algo físico.
Necesito ayuda para aclarar todo lo que soy y quiero.
Aggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!

martes

30 de octubre de 2012

Tengo tanta ilusión puesta en la vida que a veces me sorprendo de que haya cosas que no valen la pena.





miércoles

24 de octubre de 2012

 Los males que me acompañaban me siguen persiguiendo allá donde vaya, el mal no está en el exterior, no es ajeno a mi ser, soy yo la que incumple y deshace todo lo que se propone, a veces creo, o me parece vislumbra un matiz de cordura, que todo se arreglará y voy a cambiar, pero la incapacidad de mantener mi palabra me obliga a estar insatisfecha con mis hechos.

09 de octubre de 2012

Ayer fue mi primer día trabajando en el taller, y fue maravilloso. Me sentí completa y realizada, era como si todo este tiempo, todo, me hubiese estado llevando hacia ese preciso intante en el que me volvía a encontrar la materia.
Tengo un poco de miedo porque no se si lo que puedo llegar a hacer va a valer la pena, si el resultado final va a tener movimiento y cabida. Pero bueno, como siempre digo, mientras camino hago, así que lo seguiré intentando mientras pueda.
Los hombres de traje tuneados.

Madrid

29 de agosto de 2012

El atajo de teclados Ctrl+Z ha hecho mucho daño en la condición humana, cuántas veces hemos deseado extrapolar ese movimiento de dedos a nuestra rutina sin resultado ninguno.
Recuerdo cuando estudiaba diseño de interiores, que como consecuencia de pasar horas y horas y horas frente al ordenador con el autocad, cuando salía a la calle iba tecleando en mi mente todos mis movimientos, ya no se cuales eran esos pasos, pero si que me obsesionaba no ser capaz de abandonar la visión de la pantalla en mi vida cotidiana.
Con el Control Zeta es distinto, es más un deseo. Quisieras volver a atrás cuando cometes errores, deseas retroceder hasta el preciso instante en el que ese error te dejó en evidencia o hizo que él se fuese para no volver.
El hecho de no tener la capacidad para borrar aquello que hicimos mal, o que simplemente no hicimos como hubiesemos deseado, hace que la mayoría de las ocasiones nos contengamos, no hagamos, no caminemos y no desarrollemos proyectos ni cuadros, tenemos miedo a no estar a la altura, y que quede en evidencia el borrón, la mancha de haber errado.
El miedo nos deja paralizados, el miedo nos aprieta contra el suelo y nos deja con la duda de cómo hubiese sido si hubiésemos emprendido ese viaje.

Velázquez no tenía miedo al error, movía y modificaba sus cuadros una y otra vez, sabía que al final saldría aquello que andaba buscando, que aparecería antes o después la genialidad por la que hoy reconocemos su obra.
El pentimento hoy no sólo sirve para demostrar autorías de artistas, que en su virtud de humanos, se equivocaron o arrepintieron, sino que además sirve para demostrarnos una vez más que rectificar es de sabios, o de humanos.
En mi caso, la necesidad de negar lo que ha costado mucho tiempo de elaboración, es el adelanto a la posibilidad del fracaso.

27 de agosto de 2012

Los recuerdos se vuelven difusos con la distancia. Aunque haya cosas que nos empeñemos en no olvidar, el pasar de los años, la acumulación de sucesos y de nuevas memorias hace que lo que un día fue nuestra razón de ser, ahora sólo sea un vano entorno de ojos con sucesión de imágenes.
Aun así, aunque de ese recuerdo sólo guardemos una imagen, esa imagen se convierte en nuestra obsesión. Aquellas imágenes se convirtieron en mi obsesión.
Han pasado ya 13 años, y en estos 13 años he repasado una y otra vez  los trazados y colores de todo aquello. Una vez más, un viaje del que guardas puntos en el camino.
Alguna vez he conseguido trazarlos, pero siempre le daba al freno cuando juntaba más de 10 líneas. 
Cuando dibujo, siento lo que dibujo, a cada chorro de tinta evoco lo que trato de conjugar, y en este caso, o por el dolor o por el placer, no podía seguir. Pero creo que ha llegado el momento, creo que estoy preparada, y sobretodo creo que vale la pena que lo deje inmortalizado, que el tiempo no me borre más de aquello, que se convierta en pieza, que tenga el espacio que merece, que de tan adentro surja lo que siempre ha estado adormecido.
Lo amaba, lo amaba como se ama aquello que no se puede tener, aquello que con un simple olor te desnuda y estremece.
Lo deseaba, aquello era más fuerte que yo, mi cuerpo palpitaba al tenerle cerca.
Él tenía 8 años más que yo y era mi monitor, yo había cumplido los 17 y tenía el mundo por delante para agarrarlo y tragármelo, y él estaba ahí, haciendo realidad todos los sueños que volaban por mi cabeza de un futuro esperanzador, recordándome a cada segundo todo lo que podía llegar a ser, todo lo que me esperaba si seguía mi camino. Me perdí, la salida quedó demasiado lejos y en el intento fracasé.